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domingo, 2 de mayo de 2010

noticias

¡Un nuevo humorista en casa!
El humor es toda una fuente de creatividad y capacidad de socialización para tu pequeñín. Además, es una excelente práctica de la memoria y el lenguaje oral.


¡Mamá, mamá! ¿Me dejas contarte un chiste?, le dijo Miguel a su mamá, cuando regresó a casa después de trabajar. “Un día estaba una manzana esperando el autobús, cuando de repente se paró a su lado un banano y le preguntó, señorita, ¿hace cuánto que espera?, y la manzana le respondió: lo siento, toda mi vida he sido manzana” y Miguel rompió en carcajadas.

Empezar a desarrollar habilidades por medio del humor, es toda una sorpresa para los papás y una magnifica señal para los expertos, quienes consideran en el naciente sentido del humor, un claro desarrollo de la creatividad, de las expresiones verbales y corporales, de la capacidad para comunicarse y agradar a los demás, incluso, hasta para desarrollar grandes habilidades memorísticas y neurolinguísticas.

Jugar con las palabras = Retorcerse de risa
Entre los 5 y 6 años de edad, a tu pequeñín dejan de gustarle las “payasadas” o bromas que lo hacían reír cuando era todo un bebé, y ahora se empieza a interesar fuertemente por el juego de palabras.

Está claro, que a esta edad ya empieza a comprender las reglas del lenguaje y como los chistes le permiten romperlas, esto despierta total interés por hacer humor. Además, la ambigüedad del habla y la incongruencia tales como, las frases de doble sentido e incluso algunos tópicos que no se suelen toca en público, pero que el humor permite (como hablar de ir al baño), hacen que para tu pequeñín, contar chistes sea el mejor de los juegos para reventar en risa.


Otras ventajas
Contar chistes hace que tu pequeñín se sienta orgulloso y eleva su autoestima. En casa, tu pequeñín cuentachistes se convierte en el centro de atención de todos los miembros de la familia y cuando sus bromas causan mucha gracia, siente que ha cumplido su objetivo y se divierte cantidades.

Frente a sus compañeros de colegio, contar chistes se convierte en todo un reto, pues sabe que a ellos sí que tiene que hacerlos reír a carcajadas y su presentación debe ser impecable para poder ganarse su admiración y simpatía, por lo tanto, esto le exige mucha preparación y esfuerzo. Otro aspecto que lo hace sentir fenomenal, es el hecho de saber que él sabe muchas cosas que los demás ignoran y que él les enseñará.

Otra habilidad importante, que desarrolla tu pequeñín a través del humor, es la capacidad de escuchar y comprender los chistes de los demás. Una vez entiende y se ríe de un chiste, se siente tan inteligente y competente como los adultos, sus mejores modelos.

Chistes para que enseñes a tu pequeñín


* Un mosquito le pregunta al papá:

- ¿Me das permiso para ir al circo?
- ¡Por supuesto hijo mío! Pero ten mucho cuidado cuando el público aplauda.

* Un joven le escribe a su papá desde Irlanda:
- Estoy muy preocupado, nada que aprendo el inglés
y se me está olvidando el español
- El papá le contesta:
- Entonces regrésate de inmediato, antes de que te quedes

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